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Choquequirao y sus retos para convertirse en un producto turístico

A Choquequirao y a la zona fronteriza entre Abancay y Cusco le espera un futuro promisorio si es que de parte del gobierno y de los entes rectores como el Ministerio de Cultura y el Mincetur, se toma la decisión política de trabajar articuladamente a través de un Plan de Manejo Integral y no con acciones aisladas como sucede en la actualidad.

Renzo Ramos Pizá

Publicado: 2015-09-04

El desarrollo del turismo en el Perú, se ha ido consolidando fuertemente a lo largo de los últimos años, aunque con cierto centralismo en la ciudadela de Machu Picchu, que se ha posicionado como referente y símbolo de la cultura peruana a nivel mundial. Es así que el Perfil del Turista Extranjero 2013 elaborado por Promperú, señala que el 73% turistas que vienen al país, indican que su principal motivación es la de conocer Machu Picchu.

Si bien la centralidad de nuestra maravilla del mundo nos llena de orgullo, también debe significarnos un reto como país, para descentralizar nuestra oferta turística hacia otros recursos de gran significancia histórica y cultural, que en la actualidad no se encuentran puestos en valor o no cuentan con las condiciones necesarias para su adecuada comercialización como productos.

Uno de estos es el caso del Conjunto Arqueológico de Choquequirao, que forma parte de las grandes ciudades construidas por los incas y que destaca por ser el último bastión de su resistencia contra los invasores españoles.

Choquequirao está ubicado en la margen derecha del rio Apurimac, en el distrito de Santa Teresa, provincia de la Convención departamento del Cusco y se le conoce como la ‘Hermana Sagrada’ de Machu Picchu, por tener características arquitectónicas similares a este. Los estudios realizados dan cuenta de cómo sus construcciones le permitieron un manejo eficiente de ciudad, a través de andenes monumentales para el cultivo, sistemas de canales hidráulicos que garantizaban el regadío para la agricultura y el abastecimiento de agua, recintos de hasta dos pisos que sirvieron como viviendas, talleres de trabajo, depósitos de alimentos o colcas, así como templos, plazas, lugares de adoración, entre otros.

A diferencia de los 2,430 metros de altura donde se ubica Machu Picchu, Choquequirao se encuentra a 3,104 metros por encima del cañón del rio Apurímac, donde no solo está rodeado de imponentes nevados como el famoso Salkantay, sino que también se puede apreciar la majestuosidad del Cóndor Andino que acompaña el paisaje, características únicas que le han permitido ser reconocido por la Revista National Geographic Traveler como uno de los 20 mejores destinos del mundo para el año 2015.

A pesar de contar con estas características, el 2014 Choquequirao fue visitado por la mínima cifra de 4,868 turistas, entre nacionales y extranjeros, dado que por su difícil accesibilidad —solo se puede llegar a pie— es visitado por aventureros y amantes del trekking que arriban luego de una difícil caminata en ascenso de largos días. (ver cuadro de llegadas).

Avances en restauración, pero trabas políticas:

En el año 1986 se tuvo la decisión a través del Proyecto Especial Plan Copesco, de crear el proyecto de restauración y puesta en valor de Choquequirao, de esta manera, fue en el año 1993 cuando se iniciaron los trabajos que han permitido progresivamente su investigación arqueológica y restauración. Del mismo modo, a partir del año 2002 Choquequirao cuenta con un Plan Maestro y en los últimos años se ha logrado un mayor financiamiento a través de convenios especiales entre ellos con el gobierno francés, permitiendo no solo la restauración de los sectores del complejo, sino también la construcción de paradores turísticos y puestos de vigilancia.

Sumado a esto, en la actualidad existe una serie de iniciativas que mejorarían la hasta hoy inexistente accesibilidad al recurso. Para comenzar, se ha aprobado por parte de Proinversión la construcción de un teleférico que partirá desde el centro poblado de Kiunalla en el departamento de Apurímac hasta el Parque Arqueológico de Choquequirao en Cusco, en un recorrido de 5,3 km de largo por encima del Cañón del rio Apurímac a 1400 metros de altura.

Del mismo modo se tiene como iniciativas la construcción de otros teleféricos que conectarían los distritos aledaños a Choquequirao, así como iniciativas para la construcción de carreteras que mejorarían los accesos.

Sin embargo, todas estas iniciativas no han estado llegando a buen puerto, ya que existe una serie de disputas territoriales que se dan entre las provincias de Anta y La Convención, que reclaman Choquequirao como suyo, queriendo ser los únicos participes de los beneficios de este recurso turístico. Incluso el teleférico aprobado por Proinversión que va desde la frontera de Apurímac hacia Cusco y que fue una iniciativa del Gobierno Regional de Apurímac, ha estado teniendo problemas judiciales para su construcción, ya que el alcalde cusqueño de la Provincia de Anta asegura que en vista que Choquequirao pertenece a Cusco se les debió consultar.

Estos problemas políticos evidencian una falta de cooperación y de visión a largo plazo, impidiendo la creación de un producto turístico que beneficie a las poblaciones de las regiones de Apurímac y Cusco. Por otra parte esta situación podría devenir que en el futuro, alcaldes voluntariosos realicen obras por su cuenta sin ningún sustento técnico o de carácter integral, haciendo que el destino decaiga en un crecimiento desordenado, pudiendo repetir experiencias negativas como la de Aguas Calientes en Machu Picchu o la Huacachina en Ica, donde viviendas, establecimientos comerciales, hoteles realizan sus actividades afectando la sostenibilidad del recurso turístico.

Propuesta: Plan de Manejo Integral a través de una autoridad Autónoma

Ante estas diferencias políticas y la falta de visión de las autoridades que amenazan con estancar el desarrollo sostenible de Choquequirao impidiendo que se convierta en un producto turístico, propongo la creación de una Autoridad Autónoma que pueda conducir el proceso de recuperación y puesta en valor del recurso que se está haciendo en estos momentos, pero que al mismo tiempo atienda a través de un Plan de Manejo Integral el desarrollo ya no solo del mismo complejo, sino que contemple las obras necesarias de carácter integral para el desarrollo de Choquequirao.

Esto sería el desarrollo de los accesos e infraestructura como las iniciativas de los teleféricos actualmente paralizados, la construcción y mejora de puentes, las iniciativas de las carreteras, la construcción del aeropuerto de Abancay que ahora está en negociación y la determinación de terrenos dedicados para la planta hotelera, así como para los negocios, supervisando que estos tengan relación con el entorno. Se entiende que estas acciones deben estar dirigidas con un enfoque integral del destino más no local, garantizando un creciemiento planificado y ordenado. Estableciendo la sostenibilidad del destino para su aprovechamiento.

A Choquequirao y a la zona fronteriza entre Abancay y Cusco le espera un futuro promisorio si es que de parte del gobierno y de los entes rectores como el Ministerio de Cultura y el Mincetur, se toma la decisión política de trabajar articuladamente a través de un Plan de Manejo Integral y no con acciones aisladas como sucede en la actualidad, garantizando para los próximos años nuevos ejes del turismo en la zona sur del país.


Escrito por

Renzo Ramos Pizá

Lic. en Administración en Turismo, Especialización en Gestión Estratégica de Turismo y Maestría en Gerencia de Proyectos Empresariales.


Publicado en

Enfoque Turístico

Blog de Renzo Ramos Pizá