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Continúa el abandono del Centro Histórico de Lima

Atrás han quedado las iniciativas en preservación de los balcones y el trabajo conjunto con empresas privadas que se hizo durante la gestión del exalcalde Alberto Andrade Carmona, así como el liderazgo que en aquella época tuvo Prolima promoviendo una normatividad para adecuar el ornato del Centro histórico.

Renzo Ramos Pizá

Publicado: 2016-12-12

Durante los últimos años el Centro Histórico de Lima ha sido afectado por una serie de penosos acontecimientos, los cuales ponen en evidencia que la política cultural no es una prioridad para las autoridades responsables, más aun tratándose de un espacio declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Recordemos que en octubre del año 2014 un incendio consumió una de las casonas de la Plaza 2 de Mayo y hasta la actualidad, esta permanece abandonada sin que haya voluntad por restaurarla, asimismo podríamos mencionar el desprendimiento de un balcón de la Plaza Bolognesi el año 2015 o diversas casonas del Centro Histórico de Lima, algunas declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, que se van desvaneciendo por el paso del tiempo y en otros casos están siendo rematadas a las empresas privadas sirviendo como depósitos, ferreterías, imprentas, locales de venta de ropa, hostales y otras actividades que no van con el giro de un Centro Histórico

El Centro Histórico de Lima está conformado por 1,022.81 hectáreas y dentro de este se halla un área de 623 hectáreas, que fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1991. Su distinguida arquitectura fue reconocida por sus 608 monumentos históricos declarados, entre casonas, iglesias, monasterios, estatuas, producto de la herencia Virreinal y otras tantas de la etapa Republicana.

Sin embargo, tan valiosa herencia y el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad se hacen imperceptibles, por la ausencia de una política articulada que defina un modelo de gestión eficiente, que le otorgue un ordenamiento en el tema del transporte, un acondicionamiento territorial, la preservación y protección cultural de sus construcciones y, por último, la definición de su uso. Esto último para aprovechar su enorme potencial turístico que lo haría generador de ingresos y de oportunidades de inversiones privadas, ahora desperdiciadas.

Atrás han quedado las iniciativas en preservación de los balcones y el trabajo conjunto con empresas privadas que se hizo durante la gestión del exalcalde Alberto Andrade Carmona, así como el liderazgo que en aquella época tuvo Prolima promoviendo una normatividad para adecuar el ornato del Centro histórico, como el color de las fachadas de los inmuebles, el tamaño, tipo y demás características que debían tener los avisos o los giros de los negocios que estaban permitidos, entre otras importantes acciones, que lamentablemente no han tenido continuidad. Hoy encontramos un Prolima desactualizado del que se desconoce su actividad.

En ese sentido, el diagnóstico actual nos dice que ni la Municipalidad de Lima esta cumpliendo su rol ejecutor en el manejo de la preservación del patrimonio, ni el Ministerio de Cultura como ente rector de la política cultural del país y responsable de salvaguardar los bienes patrimoniales de la nación.

Una propuesta para el Centro Histórico de Lima

Si revisamos las cifras referidas a nuestra capital vemos que como ciudad estamos ganando un espacio importante que antes lo tenía el Cusco. En primer lugar un 8% de turistas que vienen al Perú vía agencias de viajes solicitan paquetes específicamente para visitar Lima, por otra parte un promedio entre 30% y 40% de turistas provenientes de los países vecinos de Chile, Ecuador y Colombia vienen específicamente a Lima por su gastronomía. Finalmente ha surgido en los últimos años una creciente oferta de congresos y eventos en la capital. Todos estos indicadores nos obligan tomar acciones que van más allá del aspecto vial.

En una primera etapa, deben revisarse y actualizarse los diversos parámetros legales, arquitectónicos y de viabilidad económica, de manera integral y articulada, para la preservación y conservación del patrimonio. En ese sentido, la Municipalidad de Lima como órgano ejecutor de las políticas del estado en materia cultural, debe comprometer la participación de los diversos entes públicos, la empresa privada, el mundo académico, expertos, ONGs, y la cooperación internacional.

Se debe convocar la participación de las diversas facultades de arquitectura de las universidades de Lima para el levantamiento de la información y elaboración de un margesí patrimonial, donde se detalle la ubicación de los predios, su estado de conservación y su relación con el entorno.

Para la parte legal propongo la intervención de un equipo multidisciplinario de abogados, arquitectos, especialistas en desarrollo urbano, que identifiquen la situación legal de los inmuebles y actualicen las normas y procedimientos, para garantizar el buen uso y preservación del patrimonio. Conciliando la propiedad particular de los mismos con el interés público.

Para la etapa de puesta en valor del Centro Histórico, se debe convocar a concurso público internacional a reconocidas consultoras de proyectos, con experiencia en recuperación de centros históricos. El año 2011 México puso en valor los centros históricos de sus principales ciudades, a través de su “Acuerdo Nacional por el Turismo”. También, deben tomarse como referencia el éxito de la ciudad de Barcelona a través del programa “Turisme de Barcelona” y de otros ejemplos de centros históricos que han sido puestos en valor por sus estados como el de Bogotá en Colombia, Antigua en Guatemala o Santo Domingo en República Dominicana.

Como medidas a ejecutarse en el acondicionamiento territorial, debe continuarse la peatonalización de las calles, para su aprovechamiento como corredores turísticos y diversas rutas temáticas. En gastronomía podría crearse la ruta del pisco, la ruta de la comida criolla y otras, en cultura podrían recuperarse y acondicionarse los barrios y casonas donde vivieron y actuaron los vates de la música criolla, como lo hace Buenos Aires con el Tango, o Cuba con la vieja trova.

En cuanto al transporte público, el centro de Lima debe dejar ser un lugar de paso para cientos de rutas de transporte público, que en la actualidad lo atraviesan generando caos vehicular. En ese sentido las rutas que no tengan como origen y destino el centro, deben desviarse y formar parte de un nuevo sistema integrado de transporte, caracterizado por su eficiencia y funcionalidad. Además puede sustituirse el transporte que atraviesa el centro, por trenes subterráneos como lo hacen otras capitales de Latinoamérica. En el caso del alumbrado público y las redes de telecomunicaciones deberían pasar de tener un cableado aéreo, a tener un cableado subterráneo, esto no solo garantizaría conexiones más seguras, sino que disminuirían la contaminación visual.

Asimismo se debe revisar la normativa actual referente a los giros de los negocios permitidos, eliminándose del Centro Histórico, aquellos que no son compatibles con su condición, como imprentas, ferreterías, hostales, mercadillos de contrabando y otros.

Por último para una gestión más eficiente de estos temas y otros relacionados a la capital, considero que Lima debería tener una “Autoridad Autónoma del Turismo y de Congresos”, como lo tienen ciudades europeas como Paris, Barcelona o Londres, a través de la cual se puedan gestionar las políticas culturales, turísticas, de promoción y de gestión que le proporcione a Lima el valor para ser un referente vivo que pueda ser visitado, valorado y estudiado por los estudiantes y la ciudadanía, así como reconocido por los turistas. Caso contrario permaneceremos dentro de esta maraña de burocracia que mantiene al Centro Histórico más rico de Sudamérica en abandono.

La puesta en valor de nuestro Centro Histórico debe dejar de ser una tarea pendiente, para convertirse en una prioridad que deje un legado para las futuras generaciones estando a puertas de llegar al bicentenario nacional.


Escrito por

Renzo Ramos Pizá

Lic. en Administración en Turismo, Especialización en Gestión Estratégica de Turismo y Maestría en Gerencia de Proyectos Empresariales.


Publicado en

Enfoque Turístico

Blog de Renzo Ramos Pizá