Desde hace varios años, una serie de tareas continúan pendientes en el sector turismo, sin que hayamos observado una firme voluntad de parte del gobierno por resolverlas. Se pensaba que las soluciones a estos temas iban a ser incluidas dentro de los 112 decretos legislativos que el ejecutivo emitió hace unas semanas.

Sin embargo, en cuanto al sector turismo solo se emitió un Decreto Legislativo, el Nº 1329, con el cual se creó el llamado Fondo “Turismo Emprende”, que servirá para financiar o cofinanciar iniciativas privadas y emprendimientos de turismo en las áreas de la conservación, uso sostenible y desarrollo económico.

En principio, este es un fondo modesto con un presupuesto máximo de dos millones y medio de soles anuales, no tendrá un impacto sustancial en el desarrollo del sector turismo y por otra parte no es una prioridad frente a la no atención de otros temas que continúan pendientes y que afectan la competitividad del sector, como son: el retraso de la licitación para la operación del Centro de Convenciones de Lima, la pendiente construcción de la segunda pista de aterrizaje y ampliación de servicios del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, el inicio de la postergada construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero, el desarrollo y puesta en funcionamiento de una red de aeropuertos internacionales al interior del país y la ampliación de la conectividad aérea con nuevos mercados internacionales de emisión de turistas, entre otros temas.

Temas que requieren atención urgente

En primer lugar está la licitación para la concesión de la operación del Centro de Convenciones de Lima (LCC), inaugurado en octubre del año 2015 y que aún no cuenta con un operador especializado que pueda administrarlo, ya que hasta la fecha su licitación se sigue posponiendo. Esta demora ocasionaría que en el futuro, importantes eventos que se reservan con años de anticipación dejen de arribar a nuestra capital, afectando al creciente y cada vez más consolidado Turismo de Reuniones.

Tema aparte es la situación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, que se encuentra saturado atendiendo a más de 17 millones de pasajeros anuales, cuando su capacidad de operación estimada al 2031 debería ser de 18,4 millones de pasajeros y donde la construcción de la segunda pista de aterrizaje y el nuevo terminal aéreo de pasajeros debieron ya ser construidos hace alguno años.

Aunado a esto desde hace unos meses LAP Perú pretende que el estado le extienda la concesión del aeropuerto por 10 años más, es decir hasta el año 2041. Frente a esto, aún no hay una respuesta clara de parte del gobierno. Mientras tanto el Jorge Chávez como ‘hub’ aeroportuario sigue perdiendo competitividad frente a los demás aeropuertos de la región, impidiendo que arriben nuevas aerolíneas o que por ejemplo se desarrolle más eficientemente los llamados vuelos low cost.

Otro caso es el Aeropuerto Internacional de Chinchero en el Cusco, que no se ha ido cumpliendo con el cronograma para el inicio de su construcción. Si bien el presidente kuczynski ha asegurado que el proyecto va salir e incluso se ha dado una fecha tentativa para fines de enero, es importante que su construcción no se posponga más. Este aeropuerto beneficiaría directamente a la ciudad del Cusco, pero sobre todo con un plan bien desarrollado, a importantes centros turísticos como el Manu y Choquequirao, que actualmente cada uno recibe cifras menores a 5,000 turistas al año, a pesar de sus impresionante recursos.

Finalmente hay otros temas que podríamos mencionar y que requieren especial atención como son el desarrollo y acondicionamiento de los aeropuertos del interior del país, que actualmente solo son receptores de vuelos que salen de Lima pero que deberían ser la base para ir desarrollando una conectividad doméstica entre las ciudades interior del país que no sucede actualmente y por otra parte deberían ser el inicio de vuelos interregionales con los principales mercados de la región que son nuestra principal fuente de ingreso de turismo. El mercado ya existe en este caso, pero falta la decisión política para aprovecharlo.

En ese sentido el sector turismo requiere una atención especial que hasta la fecha no vemos que ha ocurrido, un claro ejemplo es el nuevo Teleférico de Kuelap, una obra por demás importante y necesaria pero que ante la falta de condiciones de infraestructura como una carretera en mal estado y la carencia de conectividad aérea, puede no tener el impacto que se espera en el incremento de la llegada de turistas.

Exigimos un estado que resuelva los temas pendientes del sector turismo, no es posible que ante los problemas actuales solo se emita un Decreto Legislativo para crear un fondo de empredimiento, mientras que los temas más urgentes siguen esperando por años, sin que el gobierno demuestre capacidad y decisión.